El tributo a una generación pionera

Si hablamos de un cantante llamado José María Sanz Beltrán, nadie sabrá de quién estamos hablando, y si decimos que en su juventud jugó en las categorías inferiores del F.C. Barcelona de baloncesto, probablemente tampoco.

Catalogado como chulo y arrogante, es sin duda uno de los mejores rockeros que ha dado nuestro país. Cuando sonreía arqueando un solo lado de su cara, sus finas patillas recortadas con escuadra y cartabón y su tupé al milímetro, evidenciaban la silueta de un tipo de sonrisa picarona, un tanto borde y de innegable gancho para todos. Efectivamente, hablamos de Loquillo.

En una de sus más recientes canciones, "Memoria de jóvenes airados" , El Loco rinde homenaje a la generación que cambió el baloncesto en nuestro país, la que propició que hoy en día seamos una potencia mundial con jugadores en la NBA, la generación de Epi, Solozábal, Jiménez, Fernando Martín, Corbalán... El grupo que fue medalla de plata en Los Ángeles '84.

Loquillo, durante la grabación del videoclip, junto con Epi, Solozábal y Mendiburu entre otros.

Esta canción es un tributo a todos estos jugadores que tenían una actitud vital diferente, que era buscar su propio camino. La canción y el videoclip, éste último más concretamente, están repletos de nostalgia. En el videoclip Loquillo reunió en una cancha callejera de Badalona a varios jugadores como Solozábal, Flores o Epi para disfrutar de una pachanga y recordar viejos tiempos.

Nos hace recordar la primera vez que el baloncesto plantó cara al fútbol en nuestro país, estos componentes de "La quinta de Los Ángeles" fueron los pioneros en lograr una medalla para el baloncesto español. Hicieron creer a los jóvenes que España no sólo era un país de fútbol, sin ellos la historia no hubiera sido la misma.